Mi nombre es Marta Ramos y nací en Madrid, en el seno de un matrimonio próspero el domingo 13 de marzo de 1994.
Siempre me han dicho que "ya venía dando guerra desde los inicios", debido a las complicaciones que vivió mi madre durante el embarazo y el parto. Digamos que mi viaje hacia la vida fue como un vuelo con turbulencias y aterrizaje de emergencia.
Crecí siendo una niña sensible, observadora, mística, soñadora, enamoradiza, reservada y al mismo tiempo curiosa y lanzada a la aventura del vivir.
A los 15 años comencé a ir a psicoterapia a raíz de una vivencia traumática que desplumó mi inocencia de niña. Durante muchos años me costó reconocerme en el espejo, sentir seguridad en mi propio cuerpo y poder diferenciar cuándo me reafirmaba a mí misma desde un lugar de amor o desde la lucha ante el sometimiento.
Crecí con una coraza de autosuficiencia, aunque nunca perdí la esperanza en el amor y en las relaciones humanas. Siempre he sentido que "algo más grande" me acompañaba y me daba fuerzas hacia la vida cuando sentía que las tinieblas se apoderaban de mí.
Estudié la carrera de psicología y la especialización clínica (trauma y afectividad), como respuesta a un gran anhelo y necesidad de comprender el sufrimiento humano y descubrir las formas de liberarlo. Tras años de terapia, tanto de paciente como de psicoterapeuta, viví una gran crisis de sentido que me hizo indagar en la identidad y la sanación a un nivel más profundo y espiritual.
Desde entonces hasta el momento, comenzó un camino de vuelta a casa del Padre, encontrando por fin la pieza que siempre me había faltado para vivir desde una identidad sólida y amada.
En todo este caminar espiritual, he podido comprender (y sigo aprendiendo cada día de ello), que vivir en libertad pasa por conocer y abrazar todas las caras de mi ser mujer, según los momentos vitales y procesos internos que voy atravesando. Son muchas las heridas y vacíos que vivimos las mujeres en el desarrollo de nuestra feminidad y sanar va mucho más allá de una técnica de liberación emocional, ya que se trata de un camino de reencuentro con la verdad inscrita en nuestros cuerpos y nuestras almas.
Es por eso que este proyecto nace de un propósito claro y fecundo: ayudar a las mujeres a que recuerden lo muy amadas que son y que puedan experimentar su feminidad con bendición.
Si quieres conocer más sobre mi recorrido profesional, puedes consultarlo aquí.
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